El Departamento de Ciencias ha organizado para los alumnos de Ciencias de 1º de Bachillerato una charla-coloquio sobre nanotecnología, titulada “Lo grande de ser pequeño: descubriendo el potencial de la micro-nanotecnología” impartida por la Dña. Ana Fernández Escribano – Investigadora predoctoral del CSIC.
Ana Fernández Escribano es Graduada en Biotecnología por la Universidad Politécnica de Madrid, con un Máster de Investigación en Inmunología de la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente se encuentra realizando la tesis doctoral en el “Laboratorio 3D: Desarrollo, Diferenciación y Degeneración”, del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB-CSIC); dentro del programa de doctorado en Investigación Biomédica de la Universidad Complutense de Madrid. Durante toda su etapa en este grupo de investigación viene participando en diversos proyectos interdisciplinares basados en la micro y nanotecnología, colaborando con físicos y químicos del Instituto de Microelectrónica de Barcelona y de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza).
La nanotecnología es un campo de las ciencias aplicadas dedicado al control y manipulación de la materia a una escala menor que un micrómetro (10-6), es decir, a nivel de átomos y moléculas. Recordad que “nano” significa 10-9.
El comienzo de la andadura nanotecnológica tuvo lugar en 1959 en el Instituto de Tecnología de California, donde el físico y Premio Nóbel R. Feynman, especialista en mecánica cuántica, pronunció su famoso discurso “There is plenty of room at the bottom”. Feynman trató en su conferencia del problema de manipular objetos a pequeña escala, vislumbrando que podría haber muchas oportunidades tecnológicas “jugando” con átomos y moléculas.
La nanotecnología es una ciencia multidisciplinar que permite investigar y desarrollar aplicaciones en las áreas de Química, Física, Biología e Ingeniería.
La nanotecnología no es ciencia ficción, sino que está presente en nuestras vidas desde hace ya varios años, aunque nosotros no lo sepamos. Algunos ejemplos son las nanopartículas que se añaden a las cremas solares para mejorar sus propiedades, los materiales textiles de secado rápido, los cristales autolimpiables, el hormigón que no es atacado por organismos vivos (por ejemplo, para estructuras construidas en el mar), el cemento con nanoesferas utilizado en la construcción de la torre Burj Califa, las raquetas que utilizan nanoesferas para ser más resistentes con menos peso, etc.
En la charla de hoy, Ana Fernández Escribano se ha centrado en las aplicaciones de la nanotecnología en el campo de la Medicina, Biología y Farmacia dando a conocer algunos ejemplos relacionados con los últimos avances en la mejora de la detección, diagnóstico y tratamiento de enfermedades, así como en el desarrollo de nuevos fármacos que incluyen nanopartículas.
A continuación, unas fotografías tomadas durante la actividad.