Son tiempos difíciles, pero, gracias a las TIC (tecnologías de la información y la comunicación), estamos más en contacto con nuestros seres queridos que nunca. Empleando redes sociales como Instagram, Facebook, Tiktok o Twitter, chateando en apps como WhatsApp, Telegram, (Facebook) Messenger o hacienda videollamadas a través de Teams, Skype, Meet, Zoom, FaceTime o cualquier otra aplicación, aquellos amigos antes tan cercanos, siguen estándolo, esta vez al otro lado de nuestras pantallas.

En el Colegio Las Rosas aprendemos a hacer las cosas de forma segura, eficaz y respetuosa. Así que, en 1º de ESO, hemos enviado un mensaje de correo electrónico a uno de nuestros compañeros de clase y hemos recibido otro de un alumno diferente, usando nuestra cuenta del colegio.

Creemos que no estaría de más recordarte a ti también cómo hacerlo, ya seas un alumno del Colegio Las Rosas, un familiar o, simplemente, un ciudadano del siglo XXI. Así que, allá vamos:

Al entrar en nuestro cliente de correo electrónico (Gmail, Outlook –antes Hotmail-, Yahoo, etc.) y hacer clic en ese botón que dice algo así como Nuevo mensaje, veremos aparecer el espacio de trabajo en el que crearemos nuestro e-mail, repleto de campos en blanco que debemos rellenar adecuadamente.

  • El primer campo, De, no siempre está visible, ya que, normalmente, sólo trabajamos desde una dirección de correo electrónico al mismo tiempo; así que vamos a ignorarlo.
  • Luego tenemos uno especialmente relevante, el campo Para. Aquí es donde debes teclear la dirección de correo electrónico del destinatario de tu mensaje. Piensa por un momento que acabas de escribir una carta en papel, la has metido en un sobre y has pegado el sello, pero no has escrito ninguna dirección en él: no va a llegar a ninguna parte, ¿verdad?
  • A continuación, tenemos otro igualmente importante, el campo Asunto. Para entender cómo usarlo tenemos que ponernos en la piel del destinatario por un segundo. Éste recibirá nuestro mensaje y muchos otros y lo único que sabrá del nuestro es lo que pongamos en este campo. Pedimos a nuestros estudiantes que, cuando escriban a algún profe, identifiquen aquí la asignatura, el curso y el tema que les preocupa. Tengamos en cuenta que el receptor tiene que decidir qué mensajes son urgentes y cuáles pueden esperar un poco más de entre todo lo que hay en su bandeja de entrada.
    A un familiar le recomendaría que indicara el nombre y apellidos del alumno en este campo, así como su curso y, si es capaz de resumirlo entre dos y seis palabras, lo que le ha motivado a escribir.
  • Por fin llegamos al Cuerpo del mensaje. Aquí tenemos que ir al grano, pero no sin antes saludar y presentarnos. El siguiente párrafo debe concretar la cuestión que motiva el mensaje (dar o pedir información, plantear alguna duda, hacer una solicitud, etc.). Los buenos modales se agradecen, pero no solemos tener queja a este respecto. Ah, y deberíamos acabar despidiéndonos y firmando.
  • Una última cosa: si quieres adjuntar algún archivo a tu mensaje, te recomiendo que lo hagas al principio, ya que somos muy dados a olvidarnos de él cuando hemos terminado de escribir.

Esperamos que esto te haya resultado de utilidad y te haya permitido vislumbrar algunas de las habilidades que tu hijo o hija está aprendiendo.