Material
- Una pajita
- Una botella de plástico de las que se utilizan para bebidas con gas.
- Un rotulador permanente (de los que se usan para escribir en los CD).
- Un termómetro para medir la temperatura exterior (sirve un termómetro de cocina).
- Un vaso con agua, agua caliente y cubitos de hielo.
- Colorante alimentario
¿Cómo lo hacemos?
En primer lugar, se necesita atravesar el tapón de la botella con una pajita larga o con varias pajitas unidas de forma que, al cerrar la botella con el tapón, el extremo de la pajita quede cerca del fondo.
A continuación, debes rellenar la botella con agua teñida con el colorante alimentario (aproximadamente 1/4 de su capacidad) y simplemente cerrarla apretando el tapón. El dispositivo quedará como en la figura.
Introduce la botella en agua con hielo y observa cómo, al disminuir la presión en el interior de la botella, comienza a entrar aire a través de la pajita (burbujea) para que se iguale con la presión atmosférica.
Deja que entre aire durante un rato y saca la botella del agua dejándola a temperatura ambiente. Observa cómo comienza a subir el líquido coloreado por la pajita.
Déjalo hasta que se mantenga estable.
Cómo graduar el termómetro
Cuando la altura del líquido en la pajita se haya estabilizado haz una marca con el rotulador. Corresponderá a la temperatura ambiente que marque el termómetro exterior.
Ahora vamos a introducir la botella, junto con el termómetro, en agua fría, el nivel del líquido en la pajita descenderá. Esperamos a que se estabilice y hacemos una marca con el rotulador anotando la temperatura que indica el termómetro externo.
Repetimos la operación con agua templada. Volvemos a hacer una marca y anotamos la temperatura que indica el termómetro externo.
Ya tenemos tres temperaturas marcadas. Basta con que hagas marcas a intervalos regulares para terminar de graduarlo. Este termómetro es muy sensible y basta con que acerques las manos a la botella para que suba el nivel del líquido.
¿Cómo funciona?
El termómetro que has fabricado tiene un fundamento muy sencillo. En la botella hemos dejado una cámara de aire que se dilata al aumentar la temperatura, aumentando la presión. Para poder equilibrarse con la presión atmosférica exterior el líquido sube por la pajita. Cuando se enfría ocurre lo contrario.
Compartimos con vosotros el proceso elaborado por uno de nuestros alumnos.