A veces en se puede decir “mucho” en muy pocas líneas. Solo hay que saber interpretar y disfrutar del lenguaje expresivo que nos ofrece el arte de la literatura…
Las olas cada vez se hacían más grandes y temerosas. Estas golpeaban fuertemente a las rocas. Empezaba a llover. Tormenta. Relámpagos. Ni un alma quedaba en la playa. Todo vacío y desolado. El viento se llevaba a la blanca arena. Arena que era arrastrada fuertemente hacia el este. Sin embargo, al poco tiempo, un rayo de sol iluminó la playa, que poco a poco se aclaraba. Las aguas se calmaban; todos se alegraban…