La lectura nos abre las puertas del mundo que te atrevas a imaginar. Leer es uno de los bienes más preciados que tenemos que conservar y transmitir a los alumnos. Aquí os dejamos 2 reseñas de alumnas de 1º y 2º de Bachillerato sobre dos libros que han leído durante este primer trimestre.
El misterio de la cripta embrujada
Eduardo Mendoza escribe esta obra en 1978, época de la Transición española. Perteneciente al subgénero de misterio y policiaca, adquiere tintes de terror, intriga y novela negra, llegando incluso a ser tachada de pícara.
La historia narra la desaparición de dos niñas en un colegio de la Barcelona de 1970. El comisario Flores pedirá ayuda a un paciente del manicomio para resolver el caso a cambio de su libertad. Así, el protagonista se verá envuelto en toda clase de percances que marcarán el transcurso de la obra.
Un punto a destacar es que a través del personaje principal, el autor establece un claro paralelismo con obras trascendentales en la literatura española, tales como Don Quijote de la Mancha y El Lazarillo de Tormes. De esta forma, el protagonista adquiere rasgos quijotescos con similitudes en el carácter humilde y en la aparente falta de cordura del mismo. A su vez, el contraste entre la posición en la escala social del personaje y su forma de expresión, nos recuerda a Lázaro.
Con esta obra, Eduardo Mendoza critica la influencia de los ricos en aquella sociedad, recurriendo a la ironía y el humor para difuminar los grotescos temas con los que lidia la novela. Hace una crítica el exceso de poder político y social de forma despiadada en una sociedad marcada por las desigualdades e injusticias sociales.
En definitiva, recomendamos El misterio de la cripta embrujada porque, lejos de ser el típico libro de misterio, introduce al lector en una trama caracterizada por la corrupción, recurriendo al sarcasmo y a la intriga en todo momento.
S.N.C y P.C.J. 2º de Bachillerato B
A tumba abierta
Es una novela policiaca, escrita por Carlos Fortea. Como novela policiaca su objetivo es presentar un enigma que el lector debe resolver y descubrir según avanza la trama. Llama la atención la verosimilitud en la trama y ambientación que el autor consigue narrándolas en dos líneas distintas, una herramienta ingeniosa para captar la atención del lector. Éste se siente satisfecho puesto que la historia está bien organizada y escrita de forma sencilla pero dinámica, por lo que facilita su lectura.Así pues, A tumba abierta resulta un libro ideal para una lectura ligera y rápida pero que tenga todos los elementos de una buena novela.
P.G.D.R. 1º de Bachillerato B