Los alumnos de 1º ESO hoy hemos tenido el placer de asistir a una charla – coloquio con Andrés Guerrero, autor de la obra La chica que patina y el tonto que la quiere. Hemos disfrutado mucho, tanto de la exposición inicial como de la ronda de preguntas de después. Gracias a estas cuestiones, hemos conocido más acerca del proceso de escritura de este libro y sobre las preferencias del escritor.

A continuación, os dejamos una reseña que ha realizado alumna, contando un breve resumen de la obra y, una breve opinión sobre la misma que ha elaborado otro alumno de 1º ESO.


Los protagonistas son Miguel, un chico que aspira a ser dibujante de tebeos y África, una chica cuyo sueño es patinar en los Juegos Olímpicos de invierno.

Es una historia de un amor adolescente que parece que nunca va a acabar pero que lo tendrá que hacer irremediablemente.

Miguel pasea todos los sábados a Turquesa, el husky de la señora Fanger. Un día vio por primera vez a África que estaba patinando en el parque. Tiempo después, ella se le acerca y, aunque Miguel vuelve a ganar otro premio en “el mejor en las caras de tonto”, todo sale genial. Va pasando el tiempo y África le confiesa a Miguel que ella también está enamorada de él. En los dos años que están juntos viven muchas experiencias (como la muerte de Turquesa, su primer beso, que Miguel aprobará las Matemáticas…)

Pero al final África tiene que irse a otro país por el trabajo de su padre. A los dos años a Miguel le llega una carta de ella y un billete de vuelo. En la carta pone que ha sido seleccionada para los Juegos Olímpicos y le pide que vaya a verla.

Lo que pase a partir de ahí, su reencuentro y lo que ocurra en las Olimpiadas ya es cosa del lector.

E.Q. A.


En mi opinión, el libro me ha gustado mucho por varias razones. En primer lugar, me ha parecido bastante interesante porque está muy bien expresado el tema del que se habla y es bonito. Además, no es un tipo de libro en el que me habría fijado, pero ha estado muy bien y ha sido muy entretenido. Hay escenas que me han gustado más como, por ejemplo, cuando Miguel sacaba a pasear a Turquesa y pasaba buenos momentos con África y otras que no me han gustado tanto como cuando El Mazo pegó a Miguel.

P.M.